Hoy traemos una joya brasileña que viene desde las colinas de Santo Antônio do Amparo, en el estado de Minas Gerais (Brasil). Se trata de Guariroba, un café proviniente de un microlote exclusivo producido por Gabriel Lamounier Vieira y Elisa Paiva Lamounier. Este café es espectacular, y se aleja completamente del perfil de taza brasileño, dando como resultado un sabor exuberante y verdaderamente increíble. Guariroba representa la dedicación de una finca familiar comprometida con la innovación de procesos y la expresión única de su terroir. Con una fermentación natural aeróbica cuidadosamente controlada, Guariroba captura la esencia floral y vibrante de su origen.
Este lote está compuesto por la variedad Yellow Bourbon, cultivada entre los 1.100 y 1.200 msnm y procesada mediante un método Natural Aeróbico con 25 días de secado al sol. Su perfil en taza revela una complejidad aromática encantadora, con notas de menta, salvia, hibisco, miel, fresa y nuez moscada. Gracias a su cuerpo y acidez media-alta, y un final largo y dulce, este café obtuvo una puntuación de 87,5 y ha sido desarrollado con un perfil de tueste pensado especialmente para métodos de filtro.
La finca productora forma parte de una región tradicionalmente cafetalera, donde el conocimiento agrícola se ha transmitido de generación en generación. En este entorno, se valora la producción a pequeña escala, el respeto por el medio ambiente y la mejora constante de la calidad en cada etapa del cultivo y procesamiento.
El legado de la familia Paiva y Lamounier continúa vivo en cada grano de café de la Fazenda Guariroba, un testimonio de su dedicación, pasión y respeto por la tierra y la tradición cafetera de Minas Gerais. En resumen, un café excepcional. Si lo probáis, entenderéis el por qué.