Desde tierras hondureñas, nos llega el café Mario Mejía, una joya con un perfil muy especial. Mario Mejía no solo es el nombre del café, sino también el del productor y administrador de la finca El Jardín. La propiedad que ha sido trabajada por la familia Mejía durante dos generaciones, ahora está bajo la dirección de Mario Samuel Mejía, un joven agrónomo de tan solo veinticinco años. Su visión es clara: producir café de la más alta calidad con un firme compromiso hacia prácticas comerciales justas y el desarrollo comunitario.

Este café es una mezcla de tradición e innovación. Procesado con el método Honey, tiene un perfil de taza increíble con notas de uva, moras, ciruelas dulces y un toque final de chocolate con leche. Tostado con nuestro perfil Omni, cada taza ofrece un equilibrio perfecto de cuerpo, acidez y dulzura natural. Ideal para quienes aprecian la complejidad y la riqueza en su café.

La altitud de la finca El Jardín, que oscila entre 1200 y 1900 metros, confiere a las cerezas de café unas características únicas. La región de San Pedro de Tutule, La Paz, tiene la combinación perfecta de clima y suelo que dan como resultado granos que reflejan la excelencia y el espíritu de la cultura cafetera hondureña.

Productores como Mario Mejía no sólo están comprometidos con la elaboración de un café excepcional, sino también con la mejora de sus comunidades. Mario y otros productores son parte de la cooperativa Edu Cafe, quienes priorizan precios justos e invierten en proyectos comunitarios que benefician a los trabajadores del café y a sus hijos. Este compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social resuena profundamente con nuestros valores, haciendo de este café no sólo una taza extraordinaria, sino también una elección que apoya el cambio positivo en el mundo del café.