La finca El Jardín, con Mario Mejía al timón, es mucho más que un lugar donde se produce café de calidad; es un testamento de la tradición, pasión y el compromiso de una familia con su tierra y su gente. Gracias a su trabajo, y al perfil de tueste Omni aplicado a los granos de la variedad Catuai Amarillo, es posible disfrutar de este café con una puntación de cata de 85.5, y un perfil de aromas y sabores que incluye notas de fresa, ciruela, mora y chocolate con leche.
Bajo la guía de Mario Mejía, El Jardín ha florecido como un emblema de excelencia en la caficultura hondureña. Heredada de generaciones pasadas, la finca ha sido rejuvenecida con técnicas agrícolas innovadoras y un respeto profundo por la tierra. Cada árbol, cada fruto, es cuidado con esmero y dedicación, reflejando la devoción de la familia Mejía por el café.
Pero El Jardín no es solo un café de especialidad; detrás de la finca hay una comunidad que cuida de su gente. Mario Mejía y su familia están comprometidos con el comercio justo y el desarrollo comunitario, asegurando que cada trabajador sea tratado con respeto y dignidad.
Gracias a su esfuerzo, la finca El Jardín no solo produce café excepcional, sino que también mejora la vida de quienes cultivan este café. A través del colectivo Edu Café, los productores de La Paz (Honduras) y Capucas (Santa Rosa de Copán), reciben ganancias justas por sus cosechas, que luego invierten en proyectos educativos que benefician a los trabajadores del café y a sus hijos.
El Jardín es una muestra de lo mejor de la caficultura hondureña, una mezcla de la artesanía con la sostenibilidad. Consigue en taza una acidez y cuerpo equilibrados con estos granos procesados de forma natural y tostados con un perfil Omni para que lo disfrutes en tu método favorito.