Alta Mogiana: un café brasileño con alma de comunidad
En la región de Mogiana, donde los estados de São Paulo y Minas Gerais se encuentran, se cultiva uno de los cafés más representativos de Brasil: Alta Mogiana. Un café que captura la esencia del territorio, tradición cafetera, esfuerzo colectivo y un perfil de sabor reconocible, amable y lleno de matices, y que nace en una zona conocida por su clima estable, altitud moderada y suelos ricos.
Aquí, la caficultura no solo es parte del paisaje, sino también del tejido social, con cooperativas activas que han transformado la manera en que se produce y se valora el café en la región.
Un perfil dulce, equilibrado y versátil
Alta Mogiana es un café que crece a altitudes que oscilan entre los 950 y 1000 metros sobre el nivel del mar, en fincas ubicadas en los alrededores de Ibiraci, Minas Gerais. Está compuesto exclusivamente por la variedad Yellow Catuaí, una mutación natural del Catuaí rojo que aporta perfiles de taza con menor acidez y una dulzura redondeada. El procesamiento Natural contribuye a realzar esa sensación golosa, potenciando las notas más frutales y los sabores cálidos.
En taza, Alta Mogiana presenta notas predominantes de nuez y almendra, equilibradas por la acidez de ciruela amarilla y un final meloso que recuerda a la miel de flores. Tostado para espresso y con un cuerpo medio y una acidez ligera, lo convierte en una opción ideal para quienes buscan cafés dulces y con carácter sin llegar a la intensidad extrema. Con todo esto, su puntuación de cata alcanza una nota de 84.
Cocapil: historia de una comunidad que crece unida
En un momento en que los pequeños caficultores enfrentaban dificultades para competir en un mercado dominado por grandes exportadores, Laerce França Faleiros y otros 12 productores locales fundaron la Cooperativa Cocapil en el año 2001. Su visión era clara: crear una estructura cooperativa que permitiera a los agricultores de la zona comercializar sus cafés de forma justa y acceder a mercados donde la calidad fuera valorada.
Cocapil ha logrado poner en valor el trabajo de cientos de pequeños productores, mientras impulsa el desarrollo económico y social de su comunidad. Desde entonces, la cooperativa no ha dejado de crecer, y hoy cuenta con más de 850 productores activos en Minas Gerais.
Aunque la primera exportación de Cocapil no se realizó hasta 2017, la tradición cafetera en esta comunidad viene de mucho antes. El propio padre de Elvis Vilhena Faleiro, actual responsable de la cooperativa, llevaba décadas cultivando café, aunque centrado en el mercado interno. Con el paso del tiempo y la profesionalización del proyecto, Cocapil decidió dar un giro hacia la calidad, dejando atrás una lógica basada en el volumen y apostando por un modelo que prioriza la trazabilidad, el control del proceso y la mejora continua.
Un modelo sostenible, familiar y con visión de futuro
Una de las características más destacables de Cocapil es que es una cooperativa 100% familiar, lo que refuerza su compromiso con el territorio y con quienes lo habitan. Esta cercanía les permite asegurar que el valor del café repercuta directamente en las familias que lo producen, promoviendo así una economía circular más justa y resiliente. Su misión es clara: exportar cafés con mayor valor añadido a mercados donde la sostenibilidad y la calidad sean ejes centrales.
En un entorno donde el café de especialidad exige estándares cada vez más exigentes, el papel de las cooperativas como Cocapil es clave. No solo por su capacidad para agrupar y profesionalizar a los productores, sino por su labor educativa, acompañándolos en el proceso de transición hacia prácticas más sostenibles, conscientes y cuidadosas con el medioambiente. En este sentido, Cocapil no solo ve el entorno natural como un recurso productivo, sino como un elemento vital que debe ser protegido para garantizar el futuro de la comunidad y la calidad del café.
Alta Mogiana es un café que combina dulzura, equilibrio y origen. Producido por una cooperativa familiar con un fuerte compromiso social y ambiental, es una elección perfecta para quienes valoran tanto el sabor como la historia detrás de cada taza.