¿Qué amante del café no caería rendido ante un cappuccino cremoso con una pizca de cacao en polvo? Con esta pequeña guía sobre el café cappuccino, arrancamos nuestro ciclo particular de recetas de café. Preparar en casa uno de los mejores cafés es coser y cantar con el material adecuado.
Cuando el fraile cappuccino Marco d’Aviano llegó a Viena en 1683, la noche había caído. Predicador apasionado y hábil mediador, el papa Inocencio XI le había nombrado enviado personal ante el emperador a fin de persuadirlo para formar una coalición contra los otomanos, quienes amenazaban con extender su poder en Europa.
El frío arreciaba y el áspero hábito apenas le protegía contra el viento. Al ver el cálido resplandor de una cafetería abierta, no dudó ni un segundo. Entró, se sentó junto a la lar y pidió una de aquellas bebidas orientales que tan de moda se había puesto en los últimos tiempos.
Sin embargo, el fuerte sabor del café lo sorprendió. Acostumbrado a recetas más dulces, preguntó si podían echarle un poco de leche para suavizarlo. El camarero, al ver que la bebida adquiría un tono muy similar al de la túnica del fraile, exclamó: «¡Kapuziner!».
Un nombre de leyenda
La orden capuchina fue fundada en Italia en 1525 como movimiento reformista. Inspirados en san Francisco de Asís, estos monjes reivindicaban el regreso a la vida modesta, por lo que adoptaron un sencillo traje marrón, con una cuerda a modo de cinturón y una larga capucha puntiaguda.
Los niños, al verlos pasar, les gritaban con ironía «scappuccini»: ‘sin capuchas’. Con el tiempo, la expresión —que pasó a ser simplemente capuccini— se convirtió en el nombre de esta orden.
Mucho después, la inconfundible túnica de estos religiosos también dio nombre a una raza de monos americanos, así como a esta taza de café que, en lugar de ser negro, era marrón, por estar suavizado con leche, nata o incluso huevo.
El origen del cappuccino
Según otra historia, menos romántica, el origen del café cappuccino se remonta a la batalla de Kahlenberg, cuando los vieneses añadieron nata y miel al café que los turcos abandonaron tras huir.
Ambas versiones son muy creíbles: el primer idioma en el que se tiene constancia de este término para referirse al café es el alemán, precisamente en una época en la que los frailes capuchinos tenían gran influencia.
Sin embargo, aunque la receta precursora de este tipo de café nació en Viena, la bebida se conoce por su nombre italiano (en español también se utiliza la adaptación capuchino y a veces la forma cappuccino).
El motivo es que lo que dio pie a la forma definitiva del cappuccino tal y como lo conocemos hoy es un invento italiano patentado por Luigi Bezzera en 1901: la cafetera espresso que dispone de una boquilla por la que sale vapor de agua para calentar la leche y producir la espuma que le da al capuccino su textura característica.
Café de especialidad y espuma cremosa: las claves de este clásico
El cappuccino consta de tres capas: una base de café espresso, una parte de leche y una última capa de espuma de leche. Al tratarse de una receta sencilla, los ingredientes tienen todo el peso. Por ello, la clave para lograr una experiencia elegante y deliciosa es emplear un buen café y tratar la leche con cariño.
Como no podía ser de otro modo, en Syra Coffee te recomendamos preparar tu cappuccino con café de especialidad. Se trata de un café de temporada de producción limitada cultivado de manera tradicional, recolectado a mano y con un proceso artesanal de almacenamiento, tostado y envasado.
Todo ello se nota en las propiedades y el sabor final del café: a diferencia del café industrial, que suele ser amargo, el café de especialidad es dulce y suave.
De hecho, para que un café sea considerado café de especialidad, debe lograr una calificación superior a 80 puntos (en una escala de 100) en una cata independiente por especialistas titulados.
El specialty coffee de Syra Coffee se elabora con granos 100% arábica, recolectados en su punto óptimo de madurez y recién tostados, de modo que conserva todo su aroma y su cuerpo.
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En cuanto a la leche, los baristas insisten en la importancia de utilizar leche fría y fresca calentarla sin superar los 55 °C para potenciar su dulzor.
Además, la mejor leche para cappuccino es la entera fresca, ya que sabe mucho mejor. Habiendo dicho esto, es posible preparar cappuccinos muy ricos con tu opción vegetal favorita.
Por último, el requisito para crear una corona de espuma suave es introducir burbujas de aire minúsculas en la leche, para lo cual tener un espumador es de gran ayuda.
NECESITARÁS:
Antes de empezar a preparar un cappuccino casero como un auténtico profesional, necesitarás tener a mano los utensilios siguientes:
- Recipiente para poner la leche y montar la crema de leche.
- Batidor de leche. Para cremar la leche.
- Café, puede ser molido o en grano. Lo mejor es usar café en grano y utilizar un molinillo de muelas, no de aspas, para molerlo justo antes de preparar la bebida.
- Cafetera. Puede ser italiana o máquina expreso. En esta receta, te explicamos cómo hacer un cappuccino con cafetera italiana.
- Termómetro. Solo si quieres un resultado inolvidable.
- Taza. De unos 180 ml (un poco más que la cantidad final de bebida). Las de cerámica ayudan a conservar la temperatura.
¿Te falta algún accesorio? Echa un vistazo a nuestra sección de material para preparar café.
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Cómo hacer cappuccino cremoso en casa con cafetera italiana
Tiempo: 3-5 minutos
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- Specialty coffee molido
- Leche entera (unos 150 ml)
- Opcional: cacao en polvo o canela molida (para espolvorear)
PASO 1
Pre-calienta el agua - Pon agua (mineral) a hervir, y una vez esté hirviendo retírala del fuego.
PASO 2
Viértela con cuidado en la parte inferior de tu cafetera italiana. El nivel de agua no debe superar la válvula de presión lateral.
PASO 3
Llena el filtro con café, nivela con cuidado la superficie con tu dedo o con la parte plana de un cuchillo. (Consejo pro - no presiones el café!) Una vez lleno el filtro, colócalo en la cafetera y ciérrala bien.
PASO 4
Pon en el fuego tu cafetera a fuego medio-bajo, con la tapa abierta! Después de la primera fase de extracción, el café se volverá de un color más claro y la cafetera comenzará a hacer ruido, sácala entonces del fuego y enfría la parte inferior bajo el grifo por unos segundos. El café está listo!
PASO 5
Usa tu espumador o batidor con tu leche favorita (calienta antes) y espúmala hasta que se vuelva cremosa y doble su tamaño.
PASO 6
Sirve en la taza de tu elección 1/3 café, 1/3 leche, 1/3 espuma - Tachán!
Hacer un cappuccino perfecto en casa es tan fácil como eso. Pero recuerda: con el café de especialidad Syra, sabe siempre mejor.
Y, si te ha gustado esta receta de cappuccino, no te pierdas las próximas entradas sobre cómo preparar deliciosos cafés en casa. Te esperamos.