El café de especialidad es mucho más que sabor y calidad. Detrás de cada grano se esconde un detallado proceso que involucra el trabajo de agricultores, productores, distribuidores, tostadores y muchas personas más que son parte de la cadena de valor del café. 

En este post, te invitamos a un viaje para descubrir cómo se crea una taza de café de especialidad y el viaje que hacen los granos para llegar desde la finca hasta tu taza.

Finca y Comunidad

El café de especialidad comienza su viaje en fincas ubicadas en lugares muy específicos del mundo, donde las condiciones climatológicas son perfectas para el cultivo del café. La mayor parte del café de especialidad proviene de la variedad de grano arábica, que crece en países de África, Asia y América. Este tipo de grano es vulnerable al frío y a los insectos y crece a alturas de entre 800 y 2400 metros sobre el nivel del mar. Requiere de un clima subtropical fresco con temperaturas de entre 15º y 24°C, una tierra rica en nutrientes, y un equilibrio entre sol y sombra.

La calidad del café inicia en la finca, donde los caficultores cuidan del suelo, previenen enfermedades de la planta y velan por la humedad de los granos. Cuando llega la hora de cosechar, la recolección manual es esencial para seleccionar únicamente las cerezas maduras. El proceso de cultivo y cosecha es fundamental para evitar defectos que puedan afectar el sabor del café. 

Después de la recolección, los granos de café se someten a una evaluación para determinar su calidad y después, cada finca elige cómo procesarlos. Existen distintos tipos de procesos que determinan cómo se tratan los granos para dejarlos listos para su transporte y exportación. Cada proceso es distinto y cada uno impacta en el perfil, aroma y sabor final que tendrá el café.

Los productores con los que trabajamos se preocupan por la comunidad y el ambiente y fomentan en las fincas prácticas de comercio justo y minimizan o eliminan el uso de pesticidas dañinos para el ambiente. En general, el café de especialidad tiene un menor impacto ambiental que otros tipos de café comercial. Además tiene trazabilidad, lo que significa que proviene de fincas específicas y no se mezcla con otros lotes. Esto es importante ya que saber el origen del café permite a los consumidores tomar decisiones informadas sobre su compra.

Tostado, Empaquetado y Envío.

El café es recibido en nuestra roastery en Barcelona desde distintos lugares del mundo. El proceso de tostado es crucial para desarrollar y poner de relieve los sabores y aromas ca de cada lote. Nuestro team de tostadores expertos ajustan el perfil de tueste según las características de los granos. Miden cosas como la densidad y la humedad para determinar el tiempo y la temperatura de cada tueste. Elegir el perfil de tueste adecuado, realza las características sensoriales del café. Es un proceso en el que el grano se somete a cambios físicos y químicos en tan poco tiempo que es quizá el que mejor define su perfil en taza.

Una vez tostado, viene una gran labor logística que llevamos a cabo en nuestros Headquarters en Barcelona. Este proceso tiene que ser ágil y efectivo ya que el café de especialidad se debe consumir poco después de ser tostado para garantizar la mejor experiencia posible. El café se etiqueta y se empaqueta, ya sea en grano o molido, en bolsas diseñadas para su preservación y se envía a tiendas y a las casas de nuestros clientes.

Baristas: La cara visible de la cadena de valor

Finalmente, el café llega a nuestras tiendas. En este punto, entra en juego la enorme labor de nuestros baristas, la cara visible de Syra Coffee. El café se somete por última vez a un proceso de infusión que es todo un arte en sí mismo. Los baristas son los maestros de esta última etapa, cuidadosamente midiendo, moliendo y extrayendo cada taza para garantizar que cada sorbo sea una experiencia excepcional. Es un oficio que tiene mucho de artístico, mucho de técnico y mucho de humano. La interacción de nuestros baristas y nuestro público es uno de nuestros sellos distintivos. La conversación y la frecuencia es algo que todos buscamos en nuestro día a día.

Los baristas no solo dominan la técnica, sino que también son capaces de guiar a cada persona a través del mundo de café de especialidad. Su pasión y conocimiento convierten una bebida en una experiencia cálida y humana. 

Desecho: Hacia una economía circular del café

No podemos concluir nuestro viaje desde la finca hasta la taza sin mencionar un paso igualmente importante: la gestión de los desechos de café. Estamos en constante búsqueda de iniciativas que nos permitan gestionar de maneras más sostenibles los desechos que generamos. Actualmente colaboramos con un agricultor local de Barcelona con quien el año pasado logramos transformar y reutilizar más de 10 toneladas de desechos de café como fertilizantes naturales.

Nuestros esfuerzos se encaminan y quieren resaltar el potencial de una economía circular del café, donde los residuos no sean el punto final de la historia, sino el comienzo de un nuevo ciclo verde. En lugar de desechar los restos de café, los convertimos en recursos que enriquecen la tierra y ayudan a cultivar futuras cosechas. Esta práctica sostenible no solo reduce el impacto ambiental, sino que también fortalece nuestra conexión con la comunidad y promueve una forma de hacer café más responsable.

Así que la próxima vez que disfrutes de una taza de café de especialidad, recuerda todo el esfuerzo y la dedicación que hay detrás de cada sorbo. Desde la finca hasta la taza, este viaje es una celebración de la calidad, la artesanía y la pasión por el café.

¡A disfrutar!