Desde las majestuosas montañas de Nariño, Colombia, nos llega Aponte, un café de especialidad que refleja la riqueza y la profundidad del patrimonio cafetero colombiano. Situado en una reserva indígena, este café no es solo un grano de alta calidad, sino también un símbolo del respeto y la colaboración entre los caficultores locales y la naturaleza.

Un Café de Raíces Profundas

Aponte es un café de origen colombiano que proviene de la reserva indígena Aponte en el departamento de Nariño, Colombia. Este café de la variedad Caturra se cultiva en alturas de 1700-1800 metros sobre el nivel del mar, en un terreno montañoso que su geografía permite que el calor acumulado durante el día se conserve durante la noche, protegiendo los cultivos de las bajas temperaturas nocturnas que podrían dañar los granos de café.

Características únicas del Café Aponte

Aponte destaca por su perfil de cata con un puntaje de 85 y un tueste optimizado para espresso. Su perfil de sabor incluye notas de níspero, panela, caramelo de leche, pomelo y uva blanca, ofreciendo una combinación óptima de dulzura y complejidad. Este perfil es el fruto de un meticuloso proceso de miel, una técnica empleada por pequeños productores locales en diferentes áreas de Aponte desde 2018. Las condiciones climáticas de Nariño, ideales para este tipo de procesamiento, resultan en perfiles de taza complejos y delicados.

Más Allá del Café: Apoyo a las Comunidades Indígenas

Elegir Aponte no solo significa disfrutar de un café muy tentador y gustativo, sino también apoyar a las comunidades indígenas de Colombia, donde se prioriza el desarrollo sostenible y responsable del café.

Este café de especialidad es producido por aproximadamente 200 caficultores, todos miembros de diferentes asociaciones dentro de la reserva indígena de Aponte. La variedad Caturra es conocida por su mayor productividad y resistencia, asegurando una oferta constante y de calidad.

Nariño: Un Paraíso Cafetero

El departamento de Nariño se sitúa en el extremo sur de Colombia, colindante con Ecuador y los picos altos de los Andes. Su cercanía al ecuador permite el cultivo de café en altitudes muy elevadas, con muchas fincas ubicadas a más de 2,000 metros sobre el nivel del mar. Aunque el cultivo de café a estas alturas no es lo tradicional, es posible en Nariño gracias a la abundante luz solar, lluvias frecuentes y fiables, y suelos ricos.

Nariño también es hogar de no menos de tres volcanes en la Cordillera Occidental, una rama de los Andes en Colombia. La actividad volcánica, aunque a veces presenta riesgos para la vida y la agricultura del café, también enriquece los suelos con nutrientes que proporcionan un excelente medio de cultivo para las plantas de café. Los nutrientes combinados con temperaturas más bajas ayudan a formar lentamente los frutos del café y a concentrar sus azúcares, lo que da como resultado cafés complejos, dulces y ácidos.

Conclusión

Si quieres disfrutar de un buen café de especialidad mientras contribuyes al bienestar de sus productores, Aponte es una buena elección. Te invitamos a probar la riqueza y la complejidad de este café colombiano que promete ser mucho más que un simple espresso.